Juntos, podemos
Servir a la Iglesia equipando y movilizando a los creyentes para que participen en compartir la verdad y el amor de Jesús con cada persona y hogar en la tierra.
Nuestro Impacto
Para nosotros, es simple. No dejaremos a nadie atrás.
Con líderes locales en 152 países, estamos en una posición única para compartir la verdad y el amor de Jesús a escala mundial. Amamos Nicaragua y queremos a Cristo en cada Hogar.
Nuestros Valores
Creemos en cada:
Oración
La oración y la intercesión son esenciales para ministrar el evangelio. (1 Timoteo 2:1–4)
La tarea de compartir el evangelio con todos en la tierra puede parecer abrumadora. Es algo que no podemos hacer por nuestra propia fuerza. No podemos depender de nuestros propios planes o sistemas. Por eso siempre nos volvemos a Dios y buscamos su ayuda. Las barreras son reales, los peligros son palpables y los desafíos son innumerables. Sin embargo, nada de esto es nuevo para Dios. Una y otra vez, nos volvemos hacia él y vemos las formas milagrosas en que elimina los obstáculos y proporciona las respuestas y los recursos que más necesitamos.
Creyente
Todo seguidor de Jesús esta invitado a la misión de Cristo Juan 20:21)
Creemos que seguir y obedecer a Jesús significa que los cristianos deben participar activamente en compartir el evangelio.
Nuestra convicción es que no hay inversión más valiosa para un cristiano que ayudar a otros a conocer a Dios. Esta es la misión de la Iglesia, y cada uno de nosotros está llamado a salir al mundo para compartir el evangelio.
Se necesitará la unidad de las iglesias en todos los países y de los cristianos en todos los rincones de la tierra para cumplir esta misión. Nuestro objetivo es mostrar que compartir el evangelio es algo que todo creyente y toda iglesia pueden apoyar. Esto es algo que lograremos juntos con un frente unificado.
Lugar
Llegar a las personas donde viven, trabajan y se reúnen es la estrategia más efectiva para garantizar que nadie se quede atrás. (Hechos 5:42)
Ir a todo el mundo significa que debemos compartir la verdad y el amor de Jesús en todas partes. Eche un vistazo al Nuevo Testamento y verá conversaciones que cambian la vida en todas partes. Estos momentos sucedieron con las familias en las casas, con los mendigos en los patios y con los recaudadores de impuestos en las plazas de mercado. Hoy en día, las conversaciones espirituales ocurren en los hogares, lugares de trabajo, eventos, calles e incluso en línea. La gente puede encontrar a Jesús en cualquier lugar. Conocemos a las personas donde están, y muchas veces, eso comienza en casa.
Método
Compartimos el evangelio de la manera que sea necesaria para que las personas experimenten la verdad y el amor de Jesús. (1 Corintios 9:20–23)
Pregunte a un millón de cristianos cómo llegaron a conocer a Jesús y escuchará un millón de historias diferentes. Algunos le dirán que descubrieron a Dios al leer un libro, otros le hablarán de un extraño que llamó a su puerta y otros compartirán una historia sobre un gran evento o un servicio religioso.
Una misión global requiere que reconozcamos las necesidades únicas de cada país, contexto y circunstancia.
Los métodos para compartir el evangelio han cambiado con el tiempo, y el Cuerpo de Cristo global se ha adaptado a estos cambios, desde la imprenta hasta Internet, desde los caballos hasta los aviones. La oportunidad de llegar más lejos, más amplio y más rápido se le ha presentado a la generación de creyentes en la tierra hoy. Debemos utilizar todos los métodos para llegar a todos, en todas partes.
Persona
El amor de Dios expresado a través del evangelio está destinado a alcanzar a todos, en todas partes. (Mateo 24:14)
El evangelio es para todos. Es para todos nosotros. Cada persona está hecha a imagen de Dios e invitada a una relación con él.
Esta invitación abierta es lo que hace que el reino de Dios sea tan increíble. En un mundo tan dividido, el amor de Dios trae dignidad, valor y esperanza a cada persona, sin importar quiénes sean o lo que hayan hecho. Una relación con el Creador es algo que todos pueden experimentar.